EL CARRASCLET
JOAN PERE BARCELÓ I ANGUERA. CARBONERO, GUERRILLERO, GENERAL.
I PARTE
Me llamo Joaquín Puig, Quím, para todos. Soy un viejo soldado que ha servido a varias banderas cuento con diversas heridas y costurones en mi cuerpo, que dan testimonio de lo escasamente que me ocultaba en las batallas que participé. He sido el asistente, amigo, y un poco el paño de lágrimas del General Joan Pere Barceló i Anguera hasta que falleció en Hungría. Su última jefatura de tropas lo fue en el Imperio de Austria, al mando de batallones de fusileros, soldados catalanes, entre ellos yo mismo. Esas tropas fueron confiadas a mi general por orden de la Emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico María Teresa I, de Austria,
Así que, ya ven, de Tarragona procedíamos, lejos de casa estábamos, batiéndonos el cobre, y peleando a favor del Imperio de Austria Hungría; para ese mando la Emperatriz lo ascendió, del grado de coronel que ostentaba, a general. María Teresa, era la hija de Carlos III de España, y VI de Austria, baste recordar que, ése, era el Archiduque Carlos, al que en Cataluña defendimos sus derechos, creo que inmerecidamente, ya que largándose, nos dejó en la estacad. En la estacada estábamos con el resultado de que fuimos derrotados en nuestra penúltima batalla: Barcelona en al año 1714, caímos frente los borbónicos y castellanos del Felipe V, de infausta memoria. La sinopsis de la vida de Joan Pere Barceló sería: de ser un carbonero y leñador, de ahí pasó a ser primero alférez, ascendido a capitán, durante la guerra de Sucesión; más tarde fue un guerrillero de montaña, un resistente; posteriormente fue comandante en los ejércitos franceses al mando de su anterior enemigo: Berwick. Huye a Austria, ya como coronel. Más adelante pasó a comandar batallones austríacos, por orden del Emperador Carlos VI, primero, y después bajo el reinado de María Teresa I.
A puertas de que venga la parca a visitarme, y antes de que mis evocaciones se alteren, o que mis recuerdos en cosas y colores empiecen a confundirme, aprovecho que aún mantengo fresca mi memoria decidiéndome a escribir un breve memorial sobre el hombre que mas he admirado en vida, y que más recuerdos me provoca, el ya fallecido: Joan Pere Barceló i Anguera… y solo para aclarar cosas de su vida , les haré antes, un breve preámbulo de su historia…
…El reinado de María Teresa I, Austria, tuvo una larga duración, fue de 40 años nada más, ni, nada menos, y creo que algo tuvimos que ver en ello; iniciándose, el mismo, a la muerte de su padre , en el año 1741, Carlo VI, Emperador de Austria Hungría. ( ¿Recuerdan? Es el que había sido, en Cataluña, nuestro Archiduque Carlos de Habsburgo). Esa familia, la de los Habsburgo, al igual que otras realezas en Europa, estaban supeditadas a la Ley Sálica, en la que prevalecen los derechos dinásticos del varón sobre la mujer, impidiendo a estas reinar de por si. El ascenso al trono de María Teresa I, solo fue posible con la promulgación, por parte de su padre Carlos VI, de la Pragmática Sanción de 1713, en la que se anulaba la Sálica en todo el Imperio de Austria Hungría, Es así como facilitó el ascenso al trono de su hija María Teresa I. Ésa ley, la Sálica, era de legislación fundamental para la casa de los Habsburgo, pero como el emperador Carlos la derogó de un plumazo, ¿por qué?...Pues porque no tuvo descendencia masculina, y que esa Ley, le molestaba en sus proyectos futuros, además de que pendía, como espada de Damocles, por encima de sus deseos de continuidad hereditaria, fue así que a la brava, “legalizó” a su hija mediante la Pragmática, logrando, de un plumazo, la integración de los territorios supranacionales del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el reinado de una mujer. Sin embargo, el proyecto unificador no pudo alcanzarse del todo, pues Hungría puso como condición para aceptar la Pragmática Sanción que fuera ratificada su constitución y autonomía, lo que en realidad fortaleció el separatismo húngaro. Pero esa ya sería otra historia.
Era solo cuestión de tiempo. Las discrepancias entre varias naciones europeas saltaron, echando chispas, por lo que el Imperio de Austria tuvo que enfrentarse a una nueva guerra dinástica, que ha tenido una duración de nueve años, conocida como la Guerra de Sucesión Austriaca. Varios fueron los países con testas coronadas que, alarmados, protestaron, primero ante el propio Carlo VI, después llamaron la atención, a príncipes, monarcas y emperadores reinantes en Europa, cuestionando la legitimidad de María Teresa, ya que muchos, o todos, se creían con el derecho, en sentarse en el competido trono del Sacro Imperio…etcétera. Para ocupar el sitial imperial hubo, unos más predispuestos que otros… Entre los que no toleraban, para nada, a que la emperatriz en este nombramiento, estaba Prusia, con el rey Federico II a la cabeza, no quería de ninguna de las maneras, que fuese una mujer, la entronizada como Emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico. Títulos, al fin y al cabo, más honoríficos que otra cosa, ya que, éste no representaba a ningún estado y se trataba de un título supranacional. Así que el primer paso que dio el prusiano Federico II, fue el de invadir el territorio austríaco de de Silesia, comenzando, así, el conflicto con armas de por medio. La Emperatriz, en 1741, alistó a sus ejércitos imperiales, y he aquí que llamaron a las armas a Pere Joan Barceló, que a la sazón contaba ya con 60 años de edad, y, como he explicado al principio, ostentando el grado de coronel, fue ascendido a general, dándole mando sobre arma, y poniéndole al frente de batallones de fusileros, formados por catalanes, (muchos de ellos estaban refugiados en Viena después de la guerra de Sucesión) junto con otros soldados de diferentes procedencias y nacionalidades. Participó en batallas de las muchas guerras que se ocasionaron por Europa. Cumplió el general, como era de esperar, como los buenos, llevó a sus tropas de victoria en victoria, excepto en el intento de la reconquista de Silesia. Más tarde, María Teresa intentaría, sin éxito, recuperar ese territorio perdido, empleando en ello siete años de largo conflicto. Tras esa Guerra, (Llamada de los Siete Años) Leídos los antecedentes de situación histórica del general Joan Pere Barceló…cuento, y explico las vivencias…mejor decir vicisitudes, del histórico el “Carrasclet”.
Creo que no podré dar alcance a la totalidad de los hechos en los que fue protagonista Joan Pere Barceló, quizás me falta papel… pero si daré unas pinceladas intentando abrir ventanas y resquicios que nos servirán para que lleguemos a admirar a “lo Carrasclet”. Veamos…Joan Pere, nació en Capçanes ( sobre el año de 1682) población que hay que ubicarla en la comarca del Baix Priorat, (Tarragona), Esa población pertenece o pertenecía, al término municipal de Tivissa; llevo muchos año fuera de Cataluña y ahora con el eje central y administrativo de los Borbones, vete tú a saber como han hecho la distribución territorial…la verdad es que lo ignoro.…Era, Pera Joan, muy niño, cuando sus padres heredaron unas tierras, en la cercana población de Marçá, distante en un par de kilómetros de Capçanes. Allí se trasladaron a vivir, ya que en la misma propiedad había una pequeña casa que les sirvió de vivienda. Su nuevo hogar estaba rodeado de frondosos bosques de encinas, que siendo estos de su propiedad, comenzaron una explotación en la obtención de carbón vegetal. El padre, siguió la tradición de los abuelos paternos que también fueron cisqueros, (obtención carbón vegetal menudo). Así que Joan Barceló, padre, conocía bien el proceso para conseguir el carbón; enseñando a sus hijos en ese menester. Excavando por ello hoyas carboneras para obtener carbón de leña de carrascal, o encina. Ese oficio es muy duro; las carboneras, diseminadas en distancias, unas de otras, en el bosque, debían cuidarse tanto de día como de noche. Controlaban varias hoyas que se encontraban en diferentes fases del proceso de quemado, lo que exigía una vigilancia continua, para evitar que entrara el aire en la hoya, que de ser así dejaría en cenizas el trabajo de semanas, ya que la leña debía de carbonizarse, lentamente… correctamente. Nos damos cuenta que el lugar del trabajo, el cotidiano, era el monte, allí sufrían las inclemencias del clima, sin consideraciones de la estación; sentían en su cuerpo el frío o el calor en toda su crudeza. Además, he de deciros que estos hombres, los carboneros de montaña, son grandes observadores, de la tierra, de los ríos, de las aves, el viento, el cielo y las nubes y de todo aquello que pudiera ofrecerles cualquier tipo de información sobre el tiempo y sus circunstancias variables...
La dureza en las vida de los Barceló se patentizaba, veamos si no a partir de su alimentación. Esta no era demasiado variada. Por la mañana tomaba tocino frito; al mediodía, posiblemente cocido de habas o alubias con tocino; por la noche, patatas hervidas mezcladas con tocino frito, siempre acompañado de pan y agua, el vino era solo para algún gran acontecimiento. A veces se sustituía el tocino por cecina (carne de oveja o cabra en salmuera). En el otoño la dieta aumentaba, en variedad, añadían a esa alimentación castañas, pimientos y algún producto del tiempo, y en invierno solo cabían dos comidas al día era la dieta, no había para más. Los muchacho aprendieron a leer en el viento, conocían las nubes, Como actuaba el lobo, el venado…las alimaña. Es claro que…les iba la vida en ello; la atenta información y observancias obtenidas de los elementos del campo y el tiempo, les ponían en sobre aviso, en alerta de lo que podía acontecer a su alredor. Sin duda adquirieron unos conocimientos que les convirtieron en unos maestros de múltiples habilidades, de resistencia y subsistencia. Creo que para el General Barceló, tal como me lo contaba en ocasiones, fue una suerte que su padre, siguiera la tradición de los abuelos, que habían sido cisqueros, (en la obtención carbón vegetal menudo). He querido explicar las condiciones de vida, del entorno de Pere Joan Barceló, que con seguridad, tal educación práctica, fue a la vez, ilustrativa lo que le marcó física, y mentalmente. Este había asistido a una verdadera universidad. Más tarde esos conocimientos le sirvieron para dirigir hombres para mandarlos y dirigirlos en la guerra.
Como ya he contado… El carbón vegetal era producto, apreciados por las gentes en cualquier Comarca catalana, al ser de primera necesidad, podían encender la lumbre de los hogares. En el caso de los Barceló esa especialidad carbonífera, era vendida por los dos hermanos, generando unos ingresos que resultaban, más que rentables a la familia. Esta mercancía la transportaba mediante sus mulos, y borriquillos, tirando de carros portando alforjas; así que acudían a los mercados más atrayentes cercanos a donde vivían. Quizás hubiesen llegado hasta en Barcelona para vender su excelente carbón de encina, pero existían unas ordenanzas en que los carboneros no podían vender ni transportar, fuera de los límites de su comarca, y con un permiso podían hacerlo en otros puntos de la provincia. Aún así alcanzaban importantes poblaciones cómo Falsét, Reus, Tortosa y en ocasiones Tarragona. En las poblaciones por las que pasaban, su simpatía era proverbial, se hicieron muy conocidos, a las gentes…les hacia gracia ver lo espabilados que estaban los dos muchachos al vender lo que ellos anunciaban como el mejor carbón de Cataluña el de “Carrascla, de Capçanes”. (Encina)
Poco tiempo faltó para que el apodo tomara cuerpo “Els Carrasclets”,-Venen els carrasclets, ja son aci- así era como llamaban a los Barceló. Posteriormente a sus partidarios en las lides militares, amigos y enemigos, les dieron el apelativo… tal como figuran en muchos documentos: “Carrasclets”.
Lo cierto es que los dos avispados muchachos se fueron convirtiendo no solo en los proveedores de leña y carbón, si no, que acabaron siendo correos informativos, y gacetilleros de la Comarca; en su ruta de venta recibían noticias, y sucesos, de aquí y de allá, desde Tortosa a Barcelona, que a su vez los transmitían a sus clientes y conocidos, y también a aquellos, que pagando unas monedas inquirían por tal o cual cosa… De Capçanes, a Marçá y Reus, Tortosa…a pie, hay muchas horas de camino, con varias poblaciones y masías grandes y pequeñas en el transcurso de la ruta. La zona es agreste y espesa, pasando por la Vall de Massanes, a través de los Estrets, y el Coll de Guix, entre las moles de sierras de Llavería y Colldejou. Aún impresiona lo tupido de la forestación. Hoy, en esas áreas por donde se mueven los Barceló, son concurridas por el bandolerismo, y gente armada, de toda condición; en las comarcas del Baix Priorat, hasta el Baix Camp, se producían secuestros sometidos a rescates cuantiosos, robos y asesinatos por encargo. Tristemente eso ocurría frecuentemente. Claro que Pere Joan y su hermano, tuvieron que lidiar con individuos de la peor catadura, y desde luego, estas sí fueron experiencias que acabaron por formar su capacidad de negociación, de convicción de dominar la mente ajena, de lógica y de supervivencia. La habilidad y astucia de ambos hermanos, era reconocida por amigos, y después por enemigos. Especialmente aventajado resultó Pere Joan, tanto si era para un negocio, o el tratar con un malhechor, o hasta con un cobrador de impuestos, siempre…siempre ejercitaba sus habilidades en convencer. En el devenir de los tiempos su inteligencia natural, le permite pactar con amigos, aliados, subordinados y con los enemigos de forma singular… el General… se movía mejor que un pez en el agua cuando en un brete se encontraba. Verán. Un e4jemplo. Cuando era detenido o asaltado según, por aquellos caminos, por gentes de aviesas intenciones...convencía a los facinerosos cobrándoles, además, la información sobre la situación política, o la posición de la Guardia…, e inclusive chismes y deslices cometidos por autoridades en poblaciones cercanas, dándoles un sin fin de sugerencias; evitaba así que le asaltaran, o algo peor. Todo ello redundaba en su preparación para un futuro cercano.
Para el negocio de vender leña y carbón era evidente que llegar a la ciudad de Reus era muy importante dado que se mejoraba la economía de la familia. El carbón de carrascal, de encina, se pagaba el doble, al ser muy apreciada. Además los dos hermanos encontraban una información de primera en todo lo que eran aspectos políticos y militares, hasta sociales, con sus chismes incluidos. De Marça era su esposa con la cual se casó en 1709, allí construyó su familia. Joven, trabajador como era… todo hacia presagiar un feliz matrimonio en una era de durezas. Pronto se separaron y apenas se vieron tanto en cuanto duró la guerra en Cataluña, la de Sucesión.
Populares si eran. Cuando volvían, al paso por los pueblos que se cruzaban en su camino, salían a recibirlos, a comprarles carbón y aprovechaban para escuchar las noticias que traían allende la lejanía. En fin les preguntaban cual era la situación en Barcelona, Reús, Tortosa, o Tarragona. Viaje tras viaje, sin darse cuenta se transformaron como los pregoneros de la comarca, informándoles de la agitación que concurrían en el Principado, y de como les podía afectar. Les cuento que debido…
…a que los reinos, y principados de las Españas, habían prometido fidelidad al Borbón Felipe V. Claro que algunos Principados dejaron de lado esa fidelidad. Diría, que se fue fiel hasta el día que el Felipe promulgó la centralización y unificación administrativa de todas las Españas, creándose, lo que se supone un Estado “moderno”, al estilo francés. Felipe V hizo caso omiso a las dificultades que supusieran a los reinos históricos de la Corona de Aragón, con, léase Cataluña, Valencia y Mallorca, todas ellas formaban una federación bajo la protección del el rey. Si sí… pero con independencias legislativas y derecho foral adquirido, a lo largo e la historia… durante cientos de años. Ahora por la brava nos incorpora a todos al sistema fiscal castellano anulando fueros y derecho público existentes, imponiéndonos por la fuerza las: leyes castellanas.
II PARTE
Por ello revolcamos a los delegados de Felipe V, en Barcelona, dando soporte a un monarca que se postuló (archiduque Carlos III) que juró que nos defendería cómo súbditos suyos, así como respetaría las leyes forales que amparan al Principado catalán. La Generalitat de Cataluña procuró establecer un pacto unilateral, debido a que tropas felipistas ya habían ocupado buena parte de la Península…Cataluña a cambio de resistir en el principado, hasta que el rey Carlos pudiese regresar como Rey de España, El gobierno civil catalán se aseguró con aliados de la asistencia militar, suministros, apoyo político, solicitando a la vez armas, y municiones, cañones, fusiles, y tropas profesionales, y dinero suficiente para mantener los ajustes guerreros. A cambio La Generalitat haría el llamamiento de “Braços” (la leva) en todo el Principado, y pondría la “Coronela en funcionamiento. La Generalitat envió a Génova (Italia), una comisión en la que se firmaron los pactos y alianzas entre Cataluña y el rey Carlos III, con una serie de naciones.
Pero las circunstancias históricas fueron adversas para nuestro principado. Esos aliados que tanto documento firmaron, comprometiéndose con nuestra gente, no quisieron tan siquiera, respetar los pactos suscritos en Génova, entre la Generalitat de Cataluña y esa, maléfica, Gran alianza Europea. Los aliados, se retiraron, con sus regimientos soldados, y sus barcos…los que estaba en el Principado se retiraba, parecía que huían. Esas naciones, para su vergüenza y escarnio fueron: Inglaterra, Holanda, Hannover, Austria Hungría, Savoia, Sajonia, Prusia y Portugal. Así que Carlos III nos traicionó largándose a Viena donde le esperaba el trono del Imperio de Austria por el fallecimiento, ¿extraño, verdad?, de su hermano mayor José I. No quisieron, los “aliados” tener un rey austríaco, emperador bicéfalo con un pie en Austria Hungría y otro pie en España y sus colonias, demasiado poderoso. Claro ni Inglaterra, y menos Holanda, no les interesa que se dé esa nueva situación, quieren un equilibrio de fuerzas en el Continente. El Felipe, el quinto que nos despreciaba, con esta retirada de tropas internacionales…el trono español lo tenía seguro, y ahora metería en cintura a los catalanes traidores. No es de extrañar que repudiara los derechos de las federaciones Catalana y Aragonesa adquiridas de antigüedad; abolidos, ya, los fueros en Valencia y en Aragón, y con la aplicación de Decreto de Nueva Planta en esos reinos, ahora lazs leyes castellanas serían aplicadas en Barcelona y posteriormente en Mallorca, en ese orden… Se tenía que gobernar España, y por ende a Cataluña, desde Madrid.
Pero volvamos a la historia de mi general…Las noticias que transmitían los hermanos Barceló, els Carrasclets, en su deambular por pueblos y serranías, presagiaban malos vientos. Sabían que la Guerra de Sucesión era un conflicto internacional, pero también un conflicto civil. Las gentes humildes y sencillas no entendían nada, solo que tarde o temprano empuñarían las armas, pues Navarra y Castilla se han mantenidos fieles al candidato borbónico, y que la mayor parte de la Corona de Aragón y Cataluña han apoyado al austriaco, Carlos III. En el interior de la península los combates fueron favorables a las tropas felipistas, que tras la victoria de Almansa (1707) obtuvieron el control sobre Valencia y buena parte de Aragón. Todo hacía presagiar que la Generalitat anunciaría el levantamiento de “Brazos” (leva en armas), enfrentándonos a Felipe V. No tardó mucho. En cuanto esto se presentó, los Barceló ligados a su tierra, a la opinión,… al ambiente, abrazaron por ello la causa del Archiduque de Austria, contra Felipe V. Los tres hombres de la familia Barceló, se pusieron a las órdenes de otro, no menos famoso, caudillo de la comarca: Joseph Nebot, el cual, conocedor de las habilidades de esa familia tan característica y popular, en el bajo Priorato, amigo a la vez de Pere Barceló padre, conocedor perfecto del terreno y de la sierra de Llavería, le nombró Capitán de una compañía de fusileros, a su hijo Francisco, teniente de esa misma compañía, y alférez a Pere Joan. En esa primera etapa militar ocuparon y rindieron las plazas de Flix, Miravet y Tortosa
Lamentablemente. Joan Barceló padre, cayó muerto al frente de su compañía de fusileros en Mora de Ebro. Pere Joan, el futuro Carrasclet, había alcanzado la graduación de capitán de fusileros, a las órdenes del comandante Antoni Vidal. Se conocía la rendición paulatina de las tropas catalanas, la cobarde huida de los aliados (retirada decían ellos), hace que unos cuantos fusileros de Pere Joan tomen la medida de aproximarse hasta Barcelona, queríamos ver y saber… y desde allí decidiríamos nuestra suerte.
En esta época, yo actuaba como asistente ayudante del capitán Joan Pere Barceló. Ya los dos, junto a otros…intentamos colarnos en el sitio de Barcelona para participar en su defensa o final, corrían el año 1714. Éramos una veintena de buenos amigos…Llegamos con una embarcación requisada en Salou aproximándonos, muy cerca, de las murallas. Bajamos a tierra…El espectáculo de la Ciudad era como la antesala del infierno. Fuegos, humos, explosiones…muertos…soldados franceses talmente bebidos…borrachos… Nos cruzamos con gente famélica, que huía de la ciudad caída. Algunos de ellos lucían en sus rostros un extraño color rosáceo. Esos nos dijeron que el Consell se había rendido…la Generalitat no existía. Pere Joan me señaló que esas gentes eran caníbales, comían carne humana de ahí el tono que habían adquirido. La resistencia fue además de dura, dramática al límite. Con un catalejo, observamos como buques holandeses y austríacos, se alejaban, los muy cochinos,…era el fin.
Era del todo imposible ayudar en nada, la ciudad estaba tomada...Junto a los amigos que nos acompañaron, todos ellos de Tarragona, ya concluido el sitio de Barcelona, reemprendimos la vuelta con la misma embarcación que tomamos en Salou. Unas horas después, sin percance alguno, conseguimos llegar hasta esa población…se acabó, volvíamos a casa…Considera el Carrasclet, que debe rendirse junto a sus hombres, y como militar de graduación así lo aconseja a todos. Quiere reintegrarse a la vida civil, él y todos sus hombres, por ello solicita el perdón a Felipe V, el cual le es concedido el 28 de setiembre de 1714. Dirigiéndose con 96 fusileros, en formación, a Reús donde entrega sus armas al coronel borbónico Conde de Sills. Luego los soldados hacen lo mismo dejando, en orden debido por rendición y en el suelo sus fusiles El coronel facilitó certificados y cédulas, para él y sus hombres. Se les conminó ha hacer un juramento formal de no levantarse en armas contra el Rey y reintegrase a la vida civil.
Pere Joan volvió al lado de su esposa, en su casa de Marçá, y se dispone a ejercer de agricultor y acaso ganadero, en esta ocasión no le agrada para nada reemprender su vida de carbonero, entre otras cosas no se le permite la libre circulación ya que el movimiento de un lugar a otro estaba totalmente restringido, al igual que las herramientas, que necesitaba por el oficio, que al ser de corte y puntiagudo las autoridades no lo permitían salvo permisos especiales, que solo lo obtenían, y podían hacerlo los “butiflers” o aquellos simpatizantes que estaban a favor de Felipe V. En las tierras de Marça, hemos trabajado duro, ayudo a Pere Joan en las labores agrícolas. Lo cierto es que no tengo familia y tampoco se donde ir. Así que trabajo para él, y lo cierto es que no le he pedido nuca un ochavo. Pero lo cierto es que no me ha faltado de nada. Han pasado unos pocos meses desde la caída de Barcelona a manos de mariscal Berwick; en Marçá la vida es difícil, y también en Capçanes y en todo el Baix Priorat, la escasez de alimentos está presente, y los impuestos crecen de tal manera que las gentes no pueden atenderlos. Hay unos buitres, de raza humana, que se acercan a los desgraciados pequeños propietarios comprándoles, a bajo y miserable precio, sus tierras, o acaso parte de ellas para, que con lo obtenido, paguen a la hacienda los impuestos que la mayoría de los vecinos deben al Corregidor, que no a las arcas reales, de eso estoy seguro.
A finales de marzo de 1715, Pere Joan, recibe un serio golpe moral, y, ciertamente, yo también, por que la persona afectada era muy conocida del Carrasclet, y de mí, le había servido vino. Nos enteramos de la muerte del General Don Antoni Moragas a manos de los felipistas, y la cruel manera en que se le habían ocasionado, por medio de innecesaria tortura; a su cadáver descuartizado se le hizo escarnio y burla feroz. Le cortaron la cabeza y esta ha sido expuesta públicamente en el portal de Mar en Barcelona; han metida, la cabeza, en una jaula, colgada en el arco medio del portal, mientras se pudre. Aún ahora, el Rey Felipe V, y su Corregidor se niegan en devolver la cabeza de Moragas a su esposa para que le dé cristiana sepultura. El General Moragas había recibido el perdón real, para él y su familia. Personajillos babosos donde los haya,“botiflers” , sin duda, vengativos, que se inventaron falsas acusaciones, intrigando, acusándole de promover un levantamiento contra el rey. Todo en venganza por las muchas derrotas, que las tropas borbónicas sufrió por sus valientes acciones militares…Estas venganzas, -me decía mi general Barceló-, durarán toda la vida. Ya nada impedirá a los castellanos hacer con nosotros lo que quieran inclusive hasta pueden mandarnos a la esclavitud.- Después…
El Carrasclet montó en cólera, en su casa, a puerta cerrada. Ya nada puede ser igual. Han levantado la veda, la persecución, salvaje de los pocos patriotas. Destroza un pequeño aparador, esposa e hijos, intentan calmarle, Está furioso, ante la impotencia a la que se ve sometido él y los suyos, los amigos...Él, que antes en los frentes de batalla agarraba su sable y era temible, en cuanto lo blandía, ahora ni tan siquiera un bastón podía alzar, ya que podría ser detenido. A lo largo de los días siguientes, nuestros antiguos compañeros, y por separado, uno a uno, pasan por la casa a visitar a Pera Joan, casi, le dan el pésame, conocían el respeto y reverencia que sentía por Moragas. No pueden reunirse todos a la vez ya que el coronel Sills lo mantiene vigilado. Una reunión de tres personas se considera sedición castigada con la pena de muerte. Las tropas de Felipe V, azuzados por el Corregidor andan patrullando por la zona del Priorato, entran en las poblaciones como ejército de ocupación, allanan las casas, sin permiso del Corregidor, y de manera aleatoria interrogan a sus moradores, exigen el pago de los impuestos, los que el Rey ordena, y las gabelas que exigían los oficiales, y claro, los soldados también
Aún recuerdo aquél día…Una tropa de 42 soldados, franceses y castellanos al mando de un teniente borbónico, entran en Marçá para el cobro de impuestos, además de cometer aquellas maldades y robos, que de una u otra forma estaban autorizados. Interrogan aleatoriamente a los habitantes de la población. En uno de los interrogatorios un vecino de Capçanes, de visita a una hija suya que reside en Marçá, muy asustado por el vocerío de la soldadesca y el maltrato a la familia política de su hija, les dice que en el pueblo hay un oficial del ejército austriaco, que tiene perdón real., pero que fue muy importante…y que recibe muchas visitas… Para el teniente, demasiado joven, no aparentaba más de 19 años… era un reto enfrentarse a un oficial del ejército vencido ante sus hombres. -Ahora verá mi tropa del trato que debe darse a los traidores.. Debió pensar el oficial galo.
A galope tendido, se acercan hasta la finca del Carrasclet, con gritos, disparos al aire… conminando a las gentes de Marça, que abran sus puertas dejen paso franco a la tropa, acudiendo todos a la plaza del pueblo. -¡Es una orden!..
-Joan Pedro Barceló, ex-capitán del ejército vencido. Preséntese ante mí, ¡…de inmediato!...
El Carrasclet se presenta, cabeza alta, con dignidad.- Por mi parte desde una de las casas agarré uno de los fusiles que no entregamos lo amartillé y esperé. Otros hombres del pueblo, veteranos, estaban alerta…Cuando el teniente lo ve se dirige hacia él, le espeta a escasos centímetros de su cara:
-¡!!Cerdo, infame, traidor, ladrón. ¿Cuántos de los nuestros has asesinado….?
Carrasclet le mira a los ojos…algo malo iba a ocurrir…
-Señor teniente, yo ya he pedido el perdón a su Majestad El Rey Felipe V, que Dios Guarde, el cual me lo ha concedido. Por mis errores, rezo todos los días para que Dios también me perdone. S.M. El Rey me concedió esta gracia por mediación del Barón de Sills. Y aquí está el documento del perdón y las cédulas, documentos que lo acreditan….
El teniente no soportó una respuesta argumentada, enfurecido levantó con furia el brazo, para golpear la cara a Pere Joan, pero éste atajó el golpe cogiéndole firmemente el brazo por su muñeca, y doblándolo hacia atrás, hasta hacerle perder el equilibrio al teniente. De culo, lo hizo caer de culo. Claro que el oficial francés no podía permitir que un labrador le aturullara ante el pueblo, y lo peor ante la tropa que comandaba. Ambos se enzarzan en una pelea agrediéndose con saña a golpes y patadas, dándose mutuamente el uno al otro. Los soldados acuden en defensa de su teniente, en cuanto le ven perdido, separándoles. Los habitantes del pueblo, temiéndose lo peor, agarran por donde pueden al Carrasclet, que se debate insultando a su vez al oficial francés. Estoy con el fusil apunto…Pero un amigo me tranquiliza, me pide calma ya que podíamos despedirnos del vecindario, si hay un muerto de ellos en la plaza.
Los soldados, siguiendo las órdenes del oficial… detienen a Pere Joan, para conducirlo, supuestamente, a sus mazmorras en Reus. En el pueblo saben que Joan Pere Barceló…será asesinado por el camino. Dirán que trataba de fugarse. El Carrasclet también sabe como se las gastan, y la costumbre e asesinar por el camino. Por tanto ya tiene tomada su decisión. Por mi parte avisé a varios de los ex soldados a fin de que se aprestaran ya que debíamos auxiliar al capitán, que a buen seguro intentaría huir. Carrasclet sabe que por el camino deben de hacer noche en la población de Colldejou, antes de tomar el camino de Reus. Las caballerías y tropa deben reponerse, agua y forraje para los caballos, más el condumio de la tropa; las dos cosas, por derecho de deuda de guerra, deben ser suministradas por los propios habitantes de Colldejou. Pere Joan sabe que es lo que ocurrirá, lo matarán en cuanto la tropa haya comido y corrido el vino. Su ventaja es que conoce el terreno, sabe que debe de aprovechar la ocasión. Al llegar cerca de Colldejou, el teniente ordena adelantar a un grupo de 5 soldados para dar aviso a sus habitantes de que preparen, alojamiento, y comida para hombres y animales.
Este era el momento…con el movimientos de caballos y tropa, hay oscuridad y mucho ruido decide Pere Joan aprovechar la ocasión. Anochece, el Carrasclet tras uno de los caballos, se agacha deslizándose, aún atado, y se oculta en la frondosidad de la forestación de su entorno, muy lentamente, se escurre hasta el sotobosque, matas y arbustos, y las encinas de la sierra de Llavería le permitirán huir, va en dirección a los montes de la Mola, donde la caballería no podría perseguirlo. Sus amigos ya le han localizado, lo desatan y en silencio, ponen tierra de por medio, alejándose de la tropa militar. A los pocos instantes se enteran de la huida, disparan al tun-tun, sin saber a qué ni a quien. El teniente da orden de alto el fuego. Y para reforzar su orden …
-¡Alto el fuego!... No le tocaremos, no vamos a darle. Mañana con la salida del sol le perseguiremos ¡!...
Amanece, registra el pueblo de arriba a bajo, amebaza con la muete a quien le de cobijo… y las tropas buscan con desesperación al prisionero. Luego se dirigen hacia las estribaciones de la sierra, pero la intrincada zona, la dificultad del terreno hace que a las pocas horas el teniente decide retirar a los soldados derrengados, con las caballerías heridas por los rasguños de los arbustos.
-Probablemente – dice el teniente- ha huido hacia su pueblo, Marçá. Vayamos a registrarlo, no dejéis de ponerlo todo patas arriba.
Las crónicas no cuentan lo que ocurrió aquel día en la población de Marçá, pero desde luego nada bueno. No encuentran a la familia Barceló, han huido…ellos no han dicho nada para no perjudicar a los vecinos de Marça, sigilosamente han desaparecido. Pere Joan el Carrasclet, deambula por las cercanías de su pueblo, donde se hallan, ahora seguros toda su familia; esta previendo lo que ocurriría, se ocultaron en unos bosques, cercanos a una hoya donde existe una cabaña en aquella zona, hasta allí los han conducido hombres de confianza. Ahora no pueden fiarse de nadie…y menos de los neo-borbónicos, (butiflers), de su propia población, que, de los soldado franceses. De pillarlo, los primeros le asesinarían, los segundos lo harían preso… Decide dar instrucciones a su familia. Irán a buscarles a la cabaña, gente de bien, amigos suyos, y los conducirán hasta un domicilio secreto de Reus…que es seguro. El Carrasclet irá hacia Falset, distante unos tres kilómetros de Marça. Intentará ponerse en contacto con algún compañero de armas y proveerse de munición y provisiones. Luego se ocultará y dejará transcurrir algún tiempo, hasta que las cosas vayan tranquilizándose,
Aún andando con precauciones, en Falset, es reconocido denunciándolo y cautelosamente lo van cercando. En una conversación de reunión en la calle que procuraban fuera discreta. Cuatro hombres se abalanzan sobre él siendo detenido, atado de pies y manos además de encadenado mediante grilletes, todo ello por orden de los Jurados: Vidal y Olives, y el alcalde Vilanova. Conducido al castillo de Prados, y en el calabozo lo amarran con cadenas sujetas en las paredes de la celda. Tratado como un criminal de los más peligrosos. Todo apunta que Pere Joan tuvo una ayuda en el interior del calabozo, y pudo soltarse de los grilletes, consigue salir fuera del calabozo, y se abalanza contra el centinela. Lo ata y amordaza, y se lleva el fusil canana, provisiones de boca y agua. En la oscura noche huye, de nuevo, hacia la sierras de su entorno. El somatent de Falset sale en su persecución pero ya es tarde. Algunos de sus componentes habían estado bajo las órdenes del Carrasclet, por lo que la persecución fue interpretada pero no ejecutada, No tenían ningún interés en detenerlo y menos matarlo.
Durante un año estuvo merodeando por los alrededores de Marça. Su familia le dejaba alimentos en puntos determinados, y los vecinos de las diversas masías de su entorno, le prestaban ayuda. Comida, y alojamiento, y cartas, informes, recopilación de mapas era la principal fuente de interés del Carrasclet. Los butiflers sabían que este asunto de Joan Pere Barceló los conduciría tarde o temprano a una revuelta, por tanto los felipistas decidieron presionar y castigar al Carrasclet, y el mejor procedimiento era arruinar a su familia, embargándoles casa y propiedades. O lo peor embarcar para las Indias a su familia, y esclavizarla.
Por la comunicación que mantenía con los lugareños se entera de todo, días y horas.Este es el principio del movimiento de liberación del Carrasclet. Reúne una treintena de hombres, dispuestos a todo. Rodean la zona donde ha de producirse el expolio. A la salida del pueblo ataca a los 54 soldados armados. Les quitaron todo aquello que podía servirles, además de las armas y bagajes, y señala al oficial al mando:
-Tú…traidor de los catalanes…Comunica al comandante militar de Tarragona, que dejen de perseguirme, no tengo intención de agredir ni matar a nadie. Que haga una investigación entre sus hombres y oficiales, y verá que es una injusticia lo que están haciendo conmigo y con mi familia.
Una vez terminada la acción militar, despide a todos sus hombres y les encarece que vuelvan a su trabajo de la manera más natural, y disimuladamente, además de conminarles a que nada de reuniones. El Carrasclet vuelve de nuevo a la sierra de Llavería . En esta ocasión descubre unas cuevas a una altura considerable del suelo, ocultas por árboles, y prácticamente imposibles de descubrir. Para entrar en ella debía subirse a un árbol muy alto, y con una pasarela movible, desde los troncos altos del árbol y la pared de la cueva le permitían entrar en la misma. Y retirar el puente. Dentro, de la cueva, había un manantial que le proporcionaba agua más que suficiente; la forma de entrar a la cueva solo lo conocían su esposa y su hermano.
Las autoridades borbónicas estaban hartas del Carrasclet. Resulta que los soldados, españoles, y extranjeros felipistas les empezaba a caer bien el “Bandolero”; cuando les atacaba no les agredía, solo tenían que entregar un mensaje a las autoridades que solicitaba que le dejaran en paz. Nadie creía en las imputaciones que los borbónicos achacaban a Pere Joan, por ejemplo el asesinato del que fuera corregidor de Lleida, un italiano llamado Lugini. Muerto en las cercanías de Marça; los motivos de su muerte fueron disputas familiares, de los propios Lugini.
Día a día, las presiones de las tropas de Felipe V eran terribles, y más a la hora de la recaudación de los abusivos impuestos, por tanto en todo el Principado había más simpatía y soporte popular para estos rebeldes que actuaban como el Carrasclet. Los edictos reales eran muy severos y duros. Ordenaban al corregidor que persiguiera a los rebeldes, a sangre y fuego. Por aquellos días Carrasclet campaba por sus intereses en cualquier casa, masía, entraba y salía de los pueblos casi siempre en loor de multitud. Visitaba siempre que podía a los conventos franciscanos, solicitando consejo y consuelo espiritual. Las fuerzas felipistas no podían tolerar más aquel estado de cosas que predecían un levantamiento general de la población, provocando a su vez una guerra civil de impredecibles consecuencias. Por ello convoca el Corregidor reunión en Consejo de Guerra y deciden que varios batallones acudan en persecución de Carrasclet. Así… varios escuadrones de caballería y batallones de infantería. Al mando del coronel Brabante, con esas tropas frescas de más de 2500 efectivos, procedente de Tortosa y de Tarragona, envolvieron a partir de Marça la sierra de Llavería, cercándoles en las inmensas montañas. Las fuerzas del Carrasclet aguantaron bien la embestida. Evidentemente hubo muertos entre uno y otro bando. Hábilmente Barceló en plena batalla, escurrió el bulto, consiguiendo llevar sus tropas hacia el punto inaccesible cercano a su cueva, en Llavería. Dejando atrás al coronel Barceló y sus soldados.
Tres días después el coronel Brabante, organizó a sus hombres. Reunió a sus oficiales y consejeros, y mediante planos, y observaciones de lugareños Pro felipistas, decide:
-El maldito bribón nos la ha jugado. Han desaparecido ante nuestras narices. Vamos a proseguir la persecución envolviendo toda la zona montañosa haciendo que la caballería se ocupe solo de los caminos. Estreñiremos el cerco registrándolo todo palmo a palmo. Cubriremos todos los pasos estratégicos. Colocaremos vigías, mediante contingentes bien armados en todos los puntos elevados, nos comunicaremos con espejos reflectantes, o fogatas. Ahora o nunca.!!!
El Carrasclet contaba con 42 hombres, los de Brabante con 2500 .
Las tropas felipistas organizaron, de nuevo, un gran cerco y avanzaban a paso de batalla. Este cerco a medida que se acercaban donde estaba el caudillo del Priorato iba estriñéndose paulatinamente. Carrasclet toma una decisión, sabe que no puede enfrentarse a tamaña fuerza, la cual lleva consigo artillería ligera, que en cuanto les localicen pueden destrozarlos. Y dice a sus hombres:
-Voy a dispersaros, uno por uno. Os ocultareis al paso de la tropa enemiga; hacedlo en los bajos de las rocas, y en medio de la forestación, en silencio absoluto. Mejor solos que emparejados. Abandonad todo aquello que pueda hacer ruido, excepto vuestros fusiles. Dejad incluso las calabazas de agua. No os tienen que hacer falta. Esta noche debéis dormir en vuestras casas, como si nada hubiese ocurrido. Y mañana acudid a vuestros trabajos como si fuera cosa habitual. Si os preguntan que hace un par de días que no os vieron buscad una excusa en la que participe la familia. Enmascarad vuestras caras con fango, vuestras hebillas ocultarlas. No es quepa duda que nos volveremos a reunir. Somos los Carrasclets. Suerte, y que Dios os acompañe.
Mientras el Carrasclet, volvió a su cueva secreta en medio de las montañas. Desde allí observaba a Brabante y sus movimientos. La tropa que iba ascendiendo topan unos con otros causándose heridos entre ellos, por algún que otro disparo equívoco. Y todo ello sin haber encontrado ninguno de los fugitivos a los cuales creían tener cercados. Brabante, absolutamente desorientado vuelve de nuevos a reunir a sus hombres, y ¡repetir de nuevo la misma andanza!..Registra de cabeza a rabo la sierra, no le queda más remedio que reintegrase a las zonas acuartelando las tropas … Esta hazaña corre como la pólvora, y el Carrasclet queda señalado como el mejor entre los mejores. Las tornas han cambiado. Ahora para Francia el enemigo es España. Desde el Rosellón se preparan tropas para invadir Cataluña, y “liberarla del yugo de Felipe V”, corre el año 1718.
Siguiendo instrucciones del Corregidor General, propone, al comandante de la tropa perseguidora, que pacte con el Carrasclet…Brabante, que había sido coronel de fusileros de la Diputación de Barcelona, ex – combatiente en el sitio de Barcelona- , escribe en repetidas ocasiones a Joan Pere Barceló, que hagan las paces…solicitándole, además, que se incorpore al ejercito que se está preparando en el Reselló. El Carrasclet se mal fía en un principio ya que no sería la primera traición a la que ha tenido que sobrevivir. Ya no es el muchacho que se inició como alférez. Considera que allí en la montaña tarde o temprano lo encontrarán, está solo, no puede hacer nada más que pequeñas escaramuzas. Todo y que la confianza hacia los franceses era nula, tenía que tener un objetivo de mayor alcance, y cobertura adecuada.
Sabía que El Carrasclet era muy religioso, y tenía mucha confianza con los frailes cartujos de Scala Dei, en el Priorato de Tarragona, con lo que antes de tomar una decisión, juntamente con su valiente esposa, y 9 compañeros de armas más su asistente, fueron a consultar la toma de sus decisiones a los frailes.Todo apuntó, al parecer le dan el visto bueno a su actitud.
Desde Scala-Dei, parten con dirección a Montsant, atraviesa las Garrigas, el Urgell, el Solsones, y el Bergadá, se acerca al paso de los Pirineos, y debe de entrar en la población de Bagá, donde compró provisiones más 7 caballos. Se dirige hacia la Cerdanya. Pastores de esta comarca, le avisan que milicianos felipistas, les están esperando cerca de Bellver de Cerdanya. El sistema de espionaje funciona. Le informan que por los pasos le esperan unos 40 milicianos para detenerle y cobrar recompensa.
Con su habilidad contrastada como militar y guerrillero, asalta a los 42 milicianos, que les captura con armas y bagajes, no hiriendo ni causando mal a nadie. Los deja en libertad, con el mensaje característico de siempre a fin de que lo entreguen a Tiberio Caraffa Corregidor de Girona. Se pierde en los Pirineos, hasta que encuentra un guía que le conduce al Conflent.
A su llegada a Perpinya le espera una grata sorpresa. Es recibido en triunfo, que le honoraban como un héroe de la resistencia. Y otra sorpresa más, el Jefe al que debía de ponerse Pere bajo sus órdenes era nada más ni nada menos que el Mariscal duque de Berwick, el que acometió el sitio de Barcelona. Como cambian las tornas. Pero es el sino de la política.
III PARTE
Berwick se dirige a él con medida cortesía, recueda las andanzas del Carrasclet, desde luegomlo prefiere tener a su lado... y le dice:
-Se de vuestras andanzas, y proezas, en Tarragona, hazañas extraordinarias que hicisteis en contra de mis tropas en la guerra de Sucesión; las cuestiones políticas cambian. Me alegro de teneros en mi bando. Vamos a restablecer el antiguo régimen en Cataluña, tengo fundadas esperanzas puestas en el Emperador de Austria. Voy a nombraros Coronel de Fusileros de Montaña, no os impondré ningún oficial. La oficialidad la decidís y nombráis Vos. También os facilito fondos, 3000 francos oro. También patentes con beneficiarios en blanco, firmadas por mi, a fin de pueda nombrar a las personas más cualificadas, como alcaldes, corregidores, etc. Con todo esto debéis volver a Cataluña, y espere a que le informemos del desembarco de tropas que procedentes de Sicilia, lo harán en las costas de Barcelona, cuando esto suceda con sus tropas ataque Reus y Tarragona.
Vuelve de nuevo a la Patria, y llega al fin a su comarca nativa. Está contento tiene la esperanza firme de contribuir a la historia de la liberación de su pueblo: Cataluña. Ya no era un combatiente irregular. Era el comandante en jefe de un ejército, de formación un tanto irregulares, pero ejército.
En su camino hacia la sierra de Llavería, alcanza la población de Falset, se dirige a la prisión, y libera a sus familiares, que habían sido encerrados como represalia. Su tía, y una hermana, y parientes cercanos. Detiene al jurado Olives, que anteriormente le había perseguido, y ordena fusilarlo. Olives había denunciado la presencia del Carrasclet, en Falset al general borbónico Cayetano de Aragón.
Las correrías del Carrasclet son innumerables, tan solo señalar que desde sus inicios como coronel participó en tres campañas militares. Una de estas correrías cuenta con el enfrentamiento con los Mozos de Escuadra, al mando de Pere Antón Veciana, a la sazon teniente de alcalde de Valls, en un asalto del Carrasclet a la ciudad de Valls. Este era un asalto como una operación de castigo a una Ciudad que siempre fue fiel a Felipe V. La operación del Carrasclet estuvo prepasrada para saqueo de la población y fusilamiento de los butifleres..
Aún siendo mayoría los asaltantes, las Escuadras de Valls, conjuntamente el vecindario de Valls que acudió a las murallas a defender su ciudad, repelieron el ataque, causando duros y graves daños a las tropas del Carrasclet. El día 5 de diciembre de 1719, Joan Pere Barceló envía a parlamentar a uno de los suyos, exige la rendición de Valls al alcalde Pedro Antón Veciana. Este no acepta las condiciones del Carrasclet y es devuelto, el parlamentario, a sus líneas. No hay rendición. Temían al Carrasclet, y estaban dispuestos a morir antes que entregarse. Los Mozos y los vecinos de Valls le vencieron, sin duda alguna. (En la parte que corresponde a Veciana se amplia la historia).
En este periodo las batallas, encuentros, asaltos, son de aquí para allá sin tener una línea definida por un Estado Mayor, ya que este no existía, por ello las campañas operaron, sucintamente explicadas a continuación:La primera Campaña la desarrollo en las áreas de Falset. La segunda Campaña de la Terra Alta. La tercera Campaña se desarrolló en un intento fallido de ocupar Tarragona, y ocupando áreas desde Tremp a Montserrat.
El fin de esas etapas ya marcaban que se muy estaban cerca de terminar definitivamente con las guerras que a nada condujeron. Los fusileros catalanes que estaban al servicio, en esta ocasión de Francia, fueron… como siempre tomados como carne de cañón. Las tropas francesas acudían en apoyo de lo catalanes cuando estos ya habían sacrificado tropas y medios.
El día 20 de Enero de 1720, seis años después de la caída de Barcelona, Felipe V, hábilmente se adhiere al pacto de la Cuádruple Alianza , es decir se pone de parte de sus antiguos enemigos. La guerra, oficialmente, quedaba zanjada. Los pactos para ello, el de Utrech, y otros con graves pérdidas para España, yCataluña en particular… son largas de exponer y, evidentemente, eso ya es otra historia
Si… las ya exiguas tropas catalanes se sentían frustradas, engañadas. Ellos habían hecho la guerra en aras de que se restituyese a Cataluña las instituciones perdidas y derrocar de paso a Felipe V. Nada de esto ocurrió. La paz, y el maltrato a los catalanes era un hecho incuestionable, ingleses, portugueses, holandese,...aústriacos, y...otros más... nos abandonaron.-. Desde Madrid se envió a emisarios a distintos lugares de Europa, paras ofrecer a los refugiados catalanes, jefes, oficiales y soldados, intelectuales, médicos e ingenieros, que contra entrega de armas, que no poseen, ya que se trataba de que se rindieran y acataran al rey Felipe, a cambio se les facilitaría salvoconducto para volver a España, con el perdón real.
Los coroneles y oficiales catalanes: Ferrer, Tomeu de Pollina, Segimón Torras de Torá. Pere Joan Barceló el Carrasclet, lo Coc de Rodonyá, Bac de Roda, sabían que nada de eso podría ocurrir y que ya conocían de sobra de que trataban los salvoconductos reales. Los coroneles catalanes de reunieron en secreto, y previendo una nueva traición de los franceses tomaron la decisión de contratar buques que los condujeran a Génova o a Mahón; en esta ocasión era de agradecer la enemistad entre Felipe y Carlos, ya que el Emperador se comprometió en dar refugio a los catalanes que lo solicitaran. Así lo hicieron.
Los buques consiguieron llegar a Menorca, donde los supervivientes desembarcaron. Unos días después de estar en la isla. Un Misterio: En Menorca, el Carrasclet, compró un viejo barco, por 35 duros, y acompañado por una docena de sus hombres salió en secreto de Mahón, en aquellos años en manos de los ingleses, Izaron en el buque la enseña de Inglaterra. Dirigió el barco hasta tierras de Cataluña, concretamente en una zona entre Cambrils y Salou, zonas de sus muchas correrías guerrilleras y militares. Joan Pere con una bote auxiliar alcanzó tierra. Completamente solo, anduvo unos metros por la playa; pidió a los marineros que le acompañaban hasta allí, que retornaran al buque. Este se hizo de nuevo a alta mar perdiendose de vista de la costa. Pasados unos días, siguiendo las instrucciones del Carrasclet, fueron a recoger a Pere Joan Barceló que los esperaba en la misma playa. ¿Por qué desembarcó y además solo?... Este es un misterio que no se y tampoco me lo reveló a pesar del interés que puse en ello. Presentarse allí, solo, el Carrasclet, sabía que se jugaba la vida; era muy conocido, y podían denunciarle. Las horcas felipìstas en aquellos días en Tarragona no daban abasto. ¿Fue una despedida?... ¿Recogió algo que había dejado en custodia o enterrado?... El misterio continuará, para la eternidad.
Regresó de nuevo a Menorca allí vendió el buque. Tomando otro bajel se dirigió a Génova, con sus hombres. Una vez en Italia, por tierra desde allí a Viena. Fueron muy bien acogidos. El Emperador Carlos le confirmó en la misma graduación que obtuvo en guerra, al igual que a sus compañeros. Casa, y dineros no faltaron. En Viena murió su hermano Francisco.
Aún luchará unas veces más, en 1734, al mando de un regimiento de catalanes refugiados en Austria contra su sempiterno enemigo Felipe V. Embarcados, los catalanes, en Trieste son capturados por una nave española, y llevados a Cádiz. Como soldado del ejército de Austria es considerado prisionero de guerra y respetado. Curiosamente respetado a sabiendas de los quebrantos que había dado a las tropas bubónicas antaño. En el año 1738 se cierra la Paz de Viena, con lo que ya no se guerreara más contra Felipe V. En 1740 el coronel Pere Joan Barceló El Carrasclet, es liberado en Cádiz, junto con los catalanes, y otros soldados de Valencia y Aragón vuelven de nuevo a Austria.
En 1741 vuelve de nuevo a preparar otras compañías formada por catalanes para ponerlos al servicio del Emperador de Austria. Tengamos en cuenta que estas tropas estaban formadas por gentes muy preparadas, y como se diría en el argot militar “con muchos tiros a sus espaldas.” Por ello el Emperador apreciaba la formación de estas tropas tan disciplinadas justificando así los fondos que se les destinaban.
En octubre de 1741 murió el emperador Carlos VI. Nuevamente se abre una guerra, de sucesión contra los bávaros. Tema ya explicado al principio. Murió en 1769 en sus tierras de Hungría cedidas, en su día, por el Emperador. La esposa de Carrasclet le sobrevivió, Yo volví de nuevo a Tarragona, cosas de la añoranza. La esposa del Carrasclet, me entregó un cuadro de la Virgen y el Niño para que lo regalara a la Iglesia Parroquial de Capçanes. La buena mujer lo firmó por el dorso, donde se lee el el nombre de la esposa del Carrasclet, y la donación de la obra a esa iglesia en el año 1770.
Epílogo: En un área entre Hungría, Rumania y Serbia, denominada Tamesvar…hay…pero les cuento:
En el año 1734 el entonces coronel Joan Pere Barceló se hallaba en Nápoles, y…como siempre, luchando contra los intereses de Felipe V. Allí las tropas austríacas fueron vencidas. Por ello muchos de los soldados, y refugiados austríacos, catalanes, aragoneses, valencianos y castellanos, tuvieron que huir refugiándose Viena, comenzado, para ellos, un nuevo éxodo. Ya en Viena, se dieron cuenta que eran demasiados y que la ciudad tardaría años en asimilar a aquellos nuevos habitantes…, es entonces cuando algunos de los exiliados cercanos al Emperador, como Joan Pere Barceló i Anguera, que gozó de buen predicamento cerca del emperador Carlos VI, y después de María Teresa I, sugirieron, junto con otros prohombres, que se concentrara a los exiliados catalanes y otros hispánicos en el Banato de Tamesvar, un territorio poco habitado, que se había conquistado a los turcos, y que además se volvería a cristianizar. A los austríacos les pareció una buena idea...La acumulación de extranjeros en Viena hacía muy problemática la subsistencia de los mismos por la carencia de trabajo. Las autoridades concedieron ese territorio a los obligados desterrados, en el año 1738; por ello unos 900 exiliados, con mucha ilusión, iniciaron el camino de comenzar una nueva vida en esa colonia; juntos recordarían a Cataluña. Por ello se levantaron planos y estudios topográficos…. Todos coincidieron en bautizar la colonia como “Nova Barcelona”. Era una nueva patria. Serían tributarios libres del Emperador de Austria. Pero a pesar de que todo parecía viable… aparecieron inconvenientes, e individuos que alteraron el proyecto, luego la falta de fondos para la adecuación de los terrenos que eran insalubres. Para solucionar los inconvenientes significaban grandes inversiones, pero las arcas del Imperio estaban exhaustas. Port último estalló una guerra contra los turcos que pretendieron ocupar nuevamente el banato. Aquellos exiliados, huyeron con sus familias dirigiéndose a la Ciudad de Buda en Hungría, y ahí se pierde el rastro de ellos.
N. del A. Este limitado relato histórico nos demuestra que Cataluña y los catalanes, durante siglos, antes y después de los borbonicos, han sido siempre, y de manera tácita: invadidos, insultados, agredidos, expoliados, pisoteados y p… por los gobiernos centralistas de cualquier corte, o gobierno. Por ello reivindico para El Carrasclet como nuestro verdadero representante, héroe de la resistencia, como real ejemplo en la defensa de nuesta tierra: CATALUÑA.
Arenys de Mar. Abril de 2013
by Mateo Lundi, encarregat per Jordi Montserrat.
bien coño bien
ResponderEliminarFantàstic relat! D'on has tret informació tan precisa? M'interessaria saber la font que explica la seva rendició a Reus. Gràcies!
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